El día pinta de sentimientos reprimidos, vemos otras caras, reimos con otros, besamos otros labios, abrazamos otros cuerpos, pero la verdad es que resulta dificil no empezar de nuevo, no esperar poder sustituir, aunque en el fondo sabemos que eso no pasará.

El día pinta para bloquear recuerdos, memorias, palabras, voces, para bloquearlo todo, y mientras otros ojos nos ven y otros oídos nos escuchan, al final no puedes bloquear que ese rostro te recuerde a otro.

El día pinta para no creer nada de todo esto que escribo, salir a bailar, cantar y darle todo lo que tienes a ese tú que no eres tú, lo que aún no se merece.

El día pinta para volver a una normalidad a la que no estamos acostumbrados.